Tocaron a la puerta del departamento, era Rubén, el conserje,  hablaba muy deprisa. ¿Primero Lalo y ahora Rubén? ¿Se habían vuelto todos locos o qué? . A mí aún me quedaban cosas que preparar para la clase y estaba claro que hoy no me iba a dar tiempo, entre mi apatía y el extraño comportamiento de todos estaba atascada. Siempre atascada. Voy a cambiarme el apellido. Me presentaría: Sonsoles Atascada , encantada “Una admiradora, una esclava, una amiga, una sierva” como la película de mi infancia que tanta gracia me hacía, no he vuelto a verla porque creo que ya no la vería con los mismos ojos.

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